Ángeles
Huestes de ángeles aguerridos me taladran el tercer ojo,
ángeles rosados y esponjosos poniendo belleza sublime
en las oscuridades que van encontrando.
Divinidades siembran mis campos celestiales
esperanza divina de cosechar los ojos de mi alma.
Floto en esa esfera azul y etérea,
soy un puñado de partículas doradas tocando el cielo
disfruto esta ronda angelical que me lleva a la nada.
Un gran vacío lleno de mí,
escapo como lágrimas estelares por los ojos que tiene el cielo.
Quedo suspendida sobre este manto azul.
Los ángeles, se apiadan de mí, generosamente devuelven mi cuerpo
y el alma?
dónde han dejado mi alma?
Ángeles traviesos se ríen de mí.
Soldados
Miro por la ventana,
soldados corren con sus uniformes impecables y sus fusiles en alto,
dispuestos a matar.
Caigo en picada,
con mis extremidades llenas de cuchillos afilados,
rompo todo a mi paso,
me voy tiñendo de rojo,
mi cuerpo inmaculado está invadido con la tormenta de despojos
arraso con todo,
quiebro los cristales, trituro las entrañas de los malos
-ya decía yo que las entrañas de los perversos
no tienen el mismo color que las entrañas de los buenos-
Los soldados marchan con sus fusiles en alto
yo recojo mis promesas y mis banderas
para no quedar a tiro.
No es tiempo de morir por el peso de una bala feroz.
Vastedad
La armonía del chelo trae calma a los caballos desbocados
montados por palabras libertarias,
para hablar de lo vasto del silencio.
Mi propio silencio.
Sin límites,
mi silencio se expande como ondas en el agua,
al contacto de la piedra saltarina.
Caballos en loca carrera,
palabras galopando en la nada.
Sur
Miro mi sur desde la chacana que llevo dentro
el cóndor atento me vigila
lanzo mis palabras como monedas en la fuente de los deseos,
si en este minuto el cielo se abriera y el cóndor se abalanzara sobre mí,
qué encontrarían?
Me caigo de este sur infinito como se caen las hojas en otoño
caigo libertariamente,
me empujo como náufrago hacia una orilla inalcanzable.
Acaso los hielos eternos detendrán mi caída?
Frío y fructífero silencio,
todo se congela
la cruz andina atraviesa mi pecho
el cóndor aprovecha el volcán abierto, se come mis palabras mientra el cielo se abre.
qué encuentran?
Corazón liberado,
alma libertaria,
hielos infinitos.
Puntos cardinales
Estoy perdida de la trayectoria inicial,
ni Estrella Polar ni Cruz del Sur
han podido mostrarme el camino.
En un acto de rebeldía,
mis vísceras me han raptado
llevándome a una planicie devastada.
Migajas de mí se van quedando,
para aplacar el desborde del mundo.
Camino a casa
Cómo se llega a casa?
sigue los árboles,
la casa está camino de árboles desnudos,
no hay atajos,
el camino es recto.
Cómo llego a casa?
un paso a la vez,
como la vida,
sigue los árboles,
antes que termine el bosque hay un remanso de ladrillos.
Y si en realidad soy Gretel?
comiéndome una casa dulce, trozo a trozo,
en mi propio bosque de preguntas.
Perdida o tal vez refugiada.
Conviviendo con mi memoria,
bruja inquisidora que serpentea en mis laderas llenas de migajas.